Cuando era una pequeñita, recuerdo el impacto que causo en mi el darme cuenta lo insignificantes, pequeños y frágiles que somos en la vida, son esas contadas veces en la que sientes con certeza que has descubierto una realidad, una verdad, vamos pues como si un rayo de luz atravesara tu cabeza y la iluminara con verdades.Todo sucedió porque estaba yo viendo un libro de esos del mundo y la naturaleza, de esos librotes como enciclopedias que traen texto y fotos; me encontraba hojeándolo y me tope con una pagina en al que venia una foto tipo animación de un abismo del fondo del mar y un barco enorme que se hundia y caía al abismo, claro que el barco estaba dibujado pequeñito y el abismo pues se veía mas imponente y ahí en ese justo momento mi cerebro flasheo y me di cuenta con algo de miedo e incredulidad de que en realidad eramos seres pequeños, frágiles, insignificantes y al mundo lo descubrí algo mas que imponente, fue algo asi como sentimientos encontrados, porque a la vez que me sentía tan pequeñita ante las cosas del mundo tan enormes, también sentía que eramos algo mas grande que eso.
Esa fue mi primera gran revelación, tendría yo 4 o 5 años de edad, fue tal mi descubrimiento de una verdad, que todavía hoy recuerdo muy bien la sensacion que me causo...
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